El mercado accionario mexicano no encuentra fondo.
La semana pasada, el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) perdió 2.78 por ciento, con lo que acumuló ocho semanas a la baja, su racha bajista más extensa de las últimas dos décadas.
Durante ese lapso, el mercado mexicano ha borrado 629 mil 519 millones de pesos en capitalización bursátil, luego de perder más de seis mil 908 puntos, equivalentes a 14.38 por ciento. De la muestra de emisoras que componen el IPC, 33 de las 35 empresas han caída en un rango del 0.86 por ciento, al 31.89 por ciento, y solamente Coca Cola Femsa y Elektra han generado rendimientos en el mercado.
La tormenta en el mercado accionario dio comienzo en octubre, con temas domésticos, como la consulta sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), y posteriormente con las propuestas legislativas que se temía que impactaran al sector bancario y al minero del país. Desde el exterior, contribuyó la creciente preocupación en el crecimiento económico global y la caída de los precios del petróleo.
Analistas coincidieron en que la incertidumbre generada por la nueva administración ha pesado.
“La economía mexicana es relativamente saludable desde una perspectiva macro. Sus déficits fiscales y de cuenta corriente son pequeños en comparación con el tamaño de la economía…Sin embargo, la agenda política del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, nos preocupa bastante”, explicaron en una nota enviada a clientes Ronaldo Patah y Alejo Czerwonko, analistas de UBSpara Latinoamérica.
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