México y Estados Unidos alcanzaron un nuevo acuerdo de seguridad enfocado en el combate a los cárteles de la droga, el cual contempla mayor coordinación en inteligencia y vigilancia fronteriza, pero sin intervención militar en territorio mexicano.
La presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que “Estados Unidos no va a venir a México con militares… cooperamos, colaboramos, pero no va a haber una invasión. Eso está descartado”. Reiteró que la soberanía nacional no está en negociación y que la colaboración binacional se mantiene dentro de un marco civil y diplomático.
El entendimiento surge luego de que trascendiera que el presidente estadounidense Donald Trump solicitó al Pentágono opciones para actuar contra cárteles extranjeros, lo que provocó preocupación en México y en otros países de la región. Expertos como Victoria Dittmar, de Insight Crime, advirtieron que cualquier acción armada pondría en riesgo la confianza y los avances de la cooperación bilateral.
Durante las conversaciones, se revisaron proyectos estratégicos como el fortalecimiento de la vigilancia en la frontera, la coordinación en operativos contra el tráfico de drogas y armas, así como el respeto a los marcos legales de ambas naciones. La Casa Blanca y el Gobierno de México han coincidido en que la lucha contra el crimen organizado requiere trabajo conjunto sin menoscabar la autonomía de cada país.
Sheinbaum recordó que en el pasado ya rechazó propuestas de intervención directa, incluso cuando Trump ofreció enviar tropas estadounidenses para operar dentro de México. “Somos un país soberano; nuestra estrategia es propia y nuestras instituciones de seguridad son las responsables de garantizar la paz”, afirmó.
El acuerdo busca afianzar una cooperación que combine inteligencia, tecnología y desarrollo social para atacar las causas del crimen organizado, evitando acciones unilaterales que puedan tensar la relación bilateral o detonar conflictos diplomáticos en la región.
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