La falta de información sobre la salud de sus seres queridos llevó a varios familiares de pacientes a acampar en la entrada del Hospital General de Chetumal, buscando respuestas y acompañamiento durante la estancia hospitalaria. La incertidumbre y la desesperación son parte del día a día de quienes enfrentan la enfermedad de un familiar sin recibir información clara y oportuna.
Debido a las restricciones que limitan la permanencia en urgencias y salas de espera, los familiares señalan que se ven obligados a “cazar” al personal médico para obtener reportes sobre el estado de salud de sus pacientes. Este mecanismo genera un desgaste emocional considerable y aumenta la sensación de abandono por parte de la institución.
Algunos denunciaron que incluso en los horarios permitidos, los guardias restringen el acceso y en muchas ocasiones los reportes médicos llegan tarde o son incompletos. Esta situación resalta la importancia de garantizar mecanismos claros de comunicación con los familiares, sin vulnerar las normas sanitarias ni el derecho de los pacientes a la confidencialidad.
Los afectados reconocen las reglas del hospital, pero solicitan protocolos más eficientes y sensibles que consideren la dimensión humana de la atención médica, evitando que la incertidumbre y la angustia se sumen a la preocupación por la salud de sus seres queridos.
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