Los cenotes de la Península de Yucatán, vitales para la vida de millones de personas y para la cultura maya, han encontrado en colectivos ciudadanos a sus principales defensores. Su labor fue reconocida por la revista National Geographic, que dedicó un reportaje a las acciones de Cenotes Urbanos y Sélvame del Tren, agrupaciones que trabajan en la protección del Gran Acuífero Maya.
El artículo describe cómo los activistas han documentado los riesgos ambientales que enfrenta la red subterránea de cuevas y cenotes debido a la contaminación, la urbanización y, de manera particular, la construcción del Tren Maya. La obra ferroviaria implicó la colocación de miles de pilotes sobre el terreno cárstico, lo que, según especialistas, amenaza la estabilidad de los ecosistemas. (National Geographic, 2025).
José “Pepe” Urbina y Roberto Rojo, líderes de ambos colectivos, decidieron unir esfuerzos para impulsar un movimiento más amplio de defensa ambiental. Hoy realizan monitoreos de agua, exploraciones científicas y talleres educativos para sensibilizar a comunidades locales. “Cada cenote que cuidamos es un legado que dejamos a las futuras generaciones”, expresó Rojo al compartir la publicación.
El reportaje también destaca la biodiversidad única que depende de estos cuerpos de agua: peces endémicos, especies en riesgo y mamíferos como jaguares y tapires. Además, alerta sobre los riesgos sanitarios que representan los contaminantes agrícolas y las descargas residuales que viajan a través del acuífero.
Para los colectivos, aparecer en National Geographic es más que un reconocimiento: es la posibilidad de que el mundo escuche su llamado. La publicación está disponible en el sitio oficial de la revista y busca sumar voces a la protección de un patrimonio natural y cultural que no tiene sustituto.
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