El 1 de septiembre se llevó a cabo la toma de protesta de los nueve nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), encabezados por Hugo Aguilar Ortiz, quien asumió la presidencia del máximo tribunal. El acto marcó el inicio de una etapa de renovación en el Poder Judicial tras las primeras elecciones judiciales en México.
Desde temprana hora, la jornada estuvo acompañada de rituales tradicionales. Una ceremonia de purificación realizada por comunidades indígenas dio inicio al día, mientras que por la tarde los nuevos ministros recibieron los bastones de mando como símbolo de autoridad y compromiso con la justicia.
El Senado fue el escenario donde se formalizó la protesta. Tras los posicionamientos de las distintas bancadas, la presidenta de la Mesa Directiva preguntó a los ministros electos si aceptaban el cargo, a lo que respondieron en conjunto: “sí, protesto”. Minutos después recibieron sus constancias entre aplausos de legisladores oficialistas y representantes de la Presidencia.
La jornada estuvo marcada por el contraste de posturas políticas. Morena celebró el proceso como un triunfo de la democracia y el fin de los favoritismos, mientras que el PAN cuestionó la legitimidad de las elecciones judiciales y se ausentó de la protesta. Otros partidos como el Verde, PT y Movimiento Ciudadano expresaron respaldo, aunque con críticas y llamados a la independencia.
Los nuevos ministros que conforman el pleno de la Corte son Hugo Aguilar Ortiz, Lenia Batres Guadarrama, Sara Irene Herrerías Guerra, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Arístides Rodrigo Guerrero e Irving Espinosa Betanzo. Con esta integración, la SCJN alcanzó un equilibrio de género con cinco mujeres y cuatro hombres.
Tras el acto protocolario, los ministros se trasladaron a las instalaciones de la Suprema Corte para inaugurar formalmente su periodo, acompañados por integrantes del Gabinete federal, consejeros del INE y funcionarios invitados. Entre ellos estuvo presente Arístides Rodrigo Guerrero, quien pese a haber sufrido un accidente automovilístico días antes, acudió en silla de ruedas y con apoyo médico.
El inicio de esta nueva etapa del Poder Judicial no solo significó un relevo institucional, sino también la promesa de responder a las demandas sociales de justicia, independencia y transparencia que acompañaron el proceso electoral que los llevó a ocupar el máximo tribunal del país.
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