El costo del Tren Maya se triplica y enfrenta retos de operación

 

El Tren Maya, considerado uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos del país, continúa en el centro de la atención pública por el incremento de su costo y los retos que ha enfrentado en su operación.

De acuerdo con el Paquete Económico 2026, el gobierno federal prevé destinar otros 30 millones de pesos (1.6 millones de dólares) para su financiamiento. Sin embargo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que el proyecto terminará costando 511,200 millones de pesos (unos 27.5 mil millones de dólares), es decir, 3.3 veces más que lo presupuestado originalmente en 2019.

Durante su primer año de operaciones, el Tren Maya registró pérdidas diarias promedio de 7 millones de pesos (376 mil dólares), lo que equivale a 2,561 millones de pesos anuales (137.5 millones de dólares). Los subsidios han sido clave para sostener la operación: en el primer trimestre de este año recibió más de 3,400 millones de pesos, frente a ingresos por venta de boletos que apenas superaron los 137 millones de pesos.

El proyecto también ha enfrentado críticas por fallas técnicas y ambientales, entre ellas descarrilamientos, cambios de ruta sin justificación ecológica y más de 60 muertes laborales reportadas durante su construcción. Asimismo, persisten retrasos derivados de juicios de amparo y cuestionamientos ambientales que aún no se resuelven del todo.

Pese a los desafíos, la administración federal sostiene que el Tren Maya será rentable a mediano plazo. De acuerdo con lo informado, actualmente solo opera al 55 % de su flota y se espera que hacia 2030 alcance un punto de equilibrio gracias a la combinación de servicios de pasajeros y carga.

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