Brigitte Macron, esposa del presidente de Francia, llevará ante una corte en Estados Unidos evidencia científica y fotográfica para desmentir versiones falsas sobre su identidad de género. La medida forma parte de una demanda por difamación que busca detener la difusión de acusaciones que, desde hace años, han afectado su vida privada.
El origen del rumor se remonta a 2021, cuando comenzó a circular en internet la idea de que la primera dama habría nacido hombre. Desde entonces, la teoría ha sido replicada por figuras públicas, entre ellas la influencer estadounidense Candace Owens, quien es señalada en esta nueva demanda por dar continuidad a la desinformación.
El abogado de la familia, Tom Clare, explicó que Brigitte Macron está dispuesta a mostrar documentos médicos, fotografías y otros testimonios para probar la falsedad de esas afirmaciones. “Es incómodo tener que abrir aspectos íntimos, pero lo hace por su familia y para dejar las cosas claras”, señaló.
Más allá del terreno legal, la situación ha dejado huella en el ámbito personal. Personas cercanas a los Macron han descrito el impacto emocional que genera enfrentar ataques constantes, en un entorno donde las redes sociales multiplican los mensajes de odio sin filtros ni consecuencias inmediatas.
Con este proceso judicial, la pareja presidencial busca marcar un precedente: demostrar que incluso las figuras públicas tienen derecho a defender su dignidad y que la libertad de expresión no debe ser excusa para propagar rumores dañinos que afectan a familias enteras.
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