La Fiscalía General del Estado de Durango abrió una investigación por la muerte de Paloma Nicole Arellano Escobedo, una adolescente de 14 años que falleció el pasado 20 de septiembre tras someterse a una cirugía de implante mamario. El caso ha conmocionado a la sociedad por la corta edad de la joven y las dudas en torno al procedimiento médico.
Las autoridades revisan el expediente clínico de la operación para determinar si hubo responsabilidades del cirujano identificado como Víctor Manuel Rosales Galindo, pareja de la madre de la menor. También se indaga la posible omisión de cuidados por parte de la madre, al haber autorizado la cirugía sin notificar al padre ni contar, aparentemente, con su consentimiento.
De acuerdo con la fiscal Sonia Yadira de la Garza, las investigaciones se centran en verificar quién firmó el consentimiento quirúrgico, si se cumplieron los protocolos médicos y si existen elementos para configurar delitos como negligencia médica u homicidio culposo. La necropsia y dictámenes patológicos serán determinantes para esclarecer la causa del fallecimiento.
El padre de Paloma, Carlos Arellano, declaró que desconocía por completo que su hija se sometería a una cirugía estética. Relató que fue engañado bajo el argumento de que la adolescente había contraído COVID-19 y estaría aislada en una zona sin señal. Fue hasta el funeral cuando notó un corpiño quirúrgico y cicatrices en el pecho, lo que encendió sus sospechas.
El caso ha puesto sobre la mesa la vulnerabilidad de las y los menores frente a procedimientos estéticos, así como la necesidad de revisar con rigor la responsabilidad médica y familiar. Mientras tanto, la familia de Paloma espera justicia y respuestas claras sobre lo que ocurrió en los últimos días de vida de la joven.
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