En el norte de Bangkok, un enorme socavón sorprendió a vecinos y autoridades al abrirse frente a un hospital, lo que obligó a evacuar a decenas de pacientes como medida de precaución. Aunque no se reportaron víctimas, el incidente generó gran preocupación por la magnitud del hueco, que alcanzó 50 metros de profundidad y 30 de ancho.
Los equipos de emergencia trabajan desde la madrugada para rellenar la cavidad con 50 mil sacos de arena, con el fin de estabilizar el terreno y evitar nuevos derrumbes. Posteriormente se verterá cemento y hormigón para reforzar la base y devolver la seguridad a la zona, donde también se retiraron postes de luz y mobiliario urbano que fueron tragados por el hundimiento.
La evaluación más reciente reveló un hueco de 15 metros bajo una comisaría cercana, cuyos cimientos quedaron debilitados. En contraste, el Hospital Vajira, ubicado frente al socavón, fue declarado fuera de peligro, aunque médicos y enfermeras vivieron momentos de tensión durante la evacuación de pacientes.
Las autoridades locales explicaron que el hundimiento ocurrió en un área donde se construye un túnel para la red de metro. Informes preliminares apuntan a la ruptura de una tubería gigante como la posible causa, pero se esperan resultados más precisos tras las investigaciones. La empresa encargada de la obra se comprometió a asumir los gastos y a restaurar la superficie en un plazo de dos semanas.
Este evento reaviva las advertencias de expertos sobre la vulnerabilidad de Bangkok, una ciudad edificada en un suelo arcilloso y rodeada de canales. La llamada “Venecia del sudeste asiático” enfrenta desde hace años riesgos de hundimientos y, con fenómenos como el ocurrido, la seguridad de miles de habitantes depende de la rapidez y efectividad de las medidas de prevención.
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