Un avance médico histórico llegó a México: especialistas internacionales anunciaron en Cancún la disponibilidad de un tratamiento que podría cambiar el futuro de los pacientes con cáncer de pulmón, la enfermedad oncológica con mayor mortalidad en el país. Con una tasa de letalidad que alcanza el 95%, la noticia abre una esperanza real de vida.
El cáncer de pulmón en México suele detectarse tarde y, en muchos casos, ni siquiera se diagnostica correctamente como causa de muerte. Cada año se estima que 7 mil 800 personas fallecen por esta enfermedad, muchas veces sin acceso a una opción terapéutica efectiva. Por eso, la llegada de nuevos medicamentos representa un respiro para quienes enfrentan esta dura realidad.
Los tratamientos presentados, llamados Rybrevant y Lazcluze, forman parte de la llamada medicina de precisión. A diferencia de la quimioterapia, que daña células sanas y provoca efectos adversos, esta terapia se dirige a mutaciones específicas del tumor, lo que incrementa la posibilidad de prolongar la vida hasta cinco años en ciertos pacientes y, sobre todo, mejorar su calidad de vida.
La investigación que respalda este avance, conocida como Estudio Clínico Mariposa, incluyó a mil pacientes y mostró que el enfoque molecular puede ofrecer mejores resultados y menos toxicidad. Se trata de un esquema administrado por vía intravenosa y subcutánea cada cuatro semanas, diseñado para reducir la carga física del tratamiento y hacerlo más llevadero.
Por ahora, México es el primer país de América Latina en contar con esta opción médica. El reto inmediato será garantizar su acceso a través de acuerdos con instituciones públicas de salud, con el propósito de que el beneficio no quede limitado a unos pocos, sino que llegue a todas las personas que lo necesitan.
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