Durante agosto de 2025, la tasa de desocupación en México se colocó en 2.9% de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que equivale a 1.8 millones de personas sin empleo, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi. La cifra muestra una reducción anual de 73 mil personas en comparación con el mismo mes de 2024.
A pesar de este avance, la informalidad laboral sigue siendo uno de los grandes retos: 54.8% de la población ocupada trabaja fuera de esquemas formales, sin acceso a seguridad social o contrato, lo que representa a más de la mitad de quienes tienen un empleo. Incluso con la incorporación de repartidores al IMSS, el nivel de informalidad no se ha reducido de manera significativa.
La PEA alcanzó 61.3 millones de personas, lo que representa una tasa de participación económica de 58.8%. Sin embargo, esta cifra fue menor en 274 mil personas respecto al año anterior. Dentro de este grupo, 59.5 millones reportaron estar ocupados, aunque también se observó una disminución anual de 201 mil.
Al desglosar por género, 24.3 millones de mujeres lograron incorporarse al mercado laboral, con un ligero aumento de 41 mil en un año. En contraste, la ocupación masculina llegó a 35.2 millones, pero con una reducción de 242 mil. Aun con este contraste, tanto hombres como mujeres redujeron sus tasas de participación económica.
Otro dato relevante es que la Población No Económicamente Activa creció en 2.2 millones, llegando a 42.9 millones de personas. De ellas, 5.5 millones dijeron estar disponibles para trabajar, aunque no buscaron empleo de manera activa. Estos indicadores reflejan un mercado laboral con claroscuros: menos desempleo, pero con la mayoría de los trabajadores en condiciones de informalidad y con más personas que se mantienen fuera de la actividad económica.
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