El cielo de Quintana Roo forma ahora parte del asombroso viaje de la mariposa monarca. Investigadores confirmaron que esta especie emblemática ha trazado una nueva ruta migratoria llamada “Ruta del Mayab”, que conecta a la Península de Yucatán con el resto del continente americano. El descubrimiento coloca al estado como un corredor ecológico clave en el trayecto de miles de mariposas que cada año cruzan el continente en busca de climas favorables.
Detrás de este hallazgo se encuentra el trabajo de la investigadora Cristian Docks, de la organización Monarca Latina, quien junto con su equipo ha documentado avistamientos en Contoy, Cozumel y Cancún. Las observaciones realizadas entre el 1 de octubre y el 30 de noviembre confirman que el Caribe mexicano es una zona de paso y descanso, donde las mariposas recuperan energía antes de continuar su viaje hacia Centroamérica y Sudamérica.
A diferencia de los santuarios de Michoacán, donde las monarcas se agrupan para hibernar, Quintana Roo funciona como un puente natural. Las mariposas llegan desde Florida, cruzan las islas del Caribe y entran a la Península siguiendo una ruta poco explorada hasta ahora. Esta conexión caribeña demuestra que su migración es mucho más extensa y compleja de lo que se creía.
Con el propósito de protegerlas, la iniciativa Alas Mayas invita a la población a participar como observadores activos en la plataforma iNaturalist, registrando cada avistamiento de la especie. Esta colaboración ciudadana ayuda a los científicos a trazar con mayor precisión su recorrido y a impulsar medidas que aseguren la conservación de los ecosistemas donde las mariposas descansan.
En México, la mariposa monarca está catalogada como “Sujeta a Protección Especial” por la NOM-059-SEMARNAT-2010, lo que la convierte en una prioridad ambiental. Hoy, con Quintana Roo como parte de su ruta migratoria, la especie encuentra nuevos aliados humanos y naturales que le permiten seguir pintando de naranja y negro los cielos del sureste mexicano.
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