El incendio más mortífero en casi ocho décadas en Hong Kong dejó un saldo confirmado de 83 personas fallecidas, decenas de desaparecidos y provocó la detención de tres directivos de la empresa Prestige Construction, acusados de homicidio involuntario por presunta negligencia grave.
Las detenciones se realizaron luego de que la policía señalara que los responsables habrían utilizado materiales inseguros durante los trabajos de remodelación del complejo habitacional Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po, al norte de la ciudad.
De acuerdo con la superintendente Eileen Chung, las condiciones del edificio, cubierto con andamios de bambú y malla protectora, facilitaron la propagación acelerada del fuego, convirtiendo el siniestro en una tragedia de gran magnitud.
Durante un cateo, las autoridades incautaron documentos de licitación, listas de empleados, 14 computadoras y tres teléfonos móviles. La empresa señalada no ha emitido postura oficial hasta el momento.
Los equipos de rescate combatieron el incendio durante más de 24 horas, avanzando piso por piso entre humo denso y calor extremo en busca de posibles sobrevivientes. Videos difundidos muestran a los bomberos recorriendo los restos del inmueble con linternas durante la noche.
Más de 4 mil 600 residentes habitaban los ocho bloques del complejo. Aunque se habilitaron ocho refugios con capacidad para 900 personas, muchos evacuados optaron por dormir en centros comerciales cercanos para dejar espacio a los más vulnerables.
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