Con 328 votos a favor de Morena, PT y Partido Verde, la Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen de la nueva Ley de Aguas Nacionales y la Ley General de Aguas. La oposición no logró frenar la iniciativa, que obtuvo 131 votos en contra y cinco abstenciones.
Tras la votación, el debate pasó a la discusión en lo particular, donde se presentaron más de 500 reservas y se registraron más de 150 oradores para fijar postura sobre los distintos artículos que integran la reforma.
Entre los cambios más importantes se encuentra la prohibición de que los particulares vendan títulos de concesión entre sí, así como la restricción de cambios de uso de suelo que antes permitían transformar concesiones agrícolas en desarrollos industriales o inmobiliarios sin control del Estado.
También se plantea la creación de un registro público de concesiones para garantizar transparencia, la eliminación del acaparamiento especulativo del agua y el fortalecimiento de sanciones por extracción ilegal del recurso.
Otro punto relevante es la integración de un fondo de reserva destinado a garantizar el suministro de agua en comunidades rurales e indígenas, así como la regulación de los sistemas de captación de agua pluvial debido a posibles afectaciones ecológicas.
Legisladores de oposición han advertido que seguirán dando la batalla en la discusión de las reservas, al considerar que la reforma aún presenta vacíos técnicos y riesgos para ciertos sectores productivos del país.
Deja un comentario