Mil 300 abandonos diarios de animales: la otra cara del “hogar” en México
Cada día, más de mil 300 animales de compañía son abandonados en México. La cifra —que supera el medio millón de casos al año— dibuja un panorama preocupante y, a la vez, incómodo: mientras el “hogar” se asocia con cuidado, familia y pertenencia, para miles de perros y gatos esta palabra se traduce en pérdida, desamparo y soledad.
Se estima que 29.7 millones de perros y gatos viven en situación de calle en el país, y que alrededor del 70 % alguna vez tuvieron un techo y una familia. El abandono, lejos de ser un hecho aislado, se ha normalizado, convirtiéndose en un problema social y cultural que refleja una contradicción profunda entre valores y prácticas.
Las causas son múltiples: adopciones impulsivas, falta de control sobre la reproducción, modas que tratan a las mascotas como accesorios, venta indiscriminada sin regulación y ausencia de políticas públicas firmes. Cada uno de estos factores alimenta un ciclo que deja a millones de animales sin atención, alimento ni protección.
El impacto va más allá de la compasión: la Organización Mundial de la Salud advierte que el 75 % de las enfermedades infecciosas emergentes en humanos proviene de animales, lo que convierte la sobrepoblación sin control en un riesgo para la salud pública. Además, el abandono genera costos económicos y un deterioro de la relación humano-animal.
Aun así, existen caminos para revertir la tendencia: campañas de esterilización masiva y gratuita, adopciones responsables, educación sobre tenencia desde la infancia y leyes que reconozcan a los animales como seres sintientes. Países como España y Colombia ya han demostrado que el cambio es posible con voluntad política y compromiso ciudadano.
En México, hablar de hogar debería significar hablar de cuidado en su sentido más amplio. Asumir el abandono animal como una urgencia nacional no solo es un acto de justicia hacia ellos, sino un reflejo de la sociedad que aspiramos a ser: una que no deja a nadie atrás, sin importar cuántas patas tenga.
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