El presidente lo llamó mentiroso, además de que lo acusó de mentir y filtrar información luego de que el exdirector del FBI anunció la publicación de sus memorias.
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este viernes contra el exdirector del FBI, James Comey, a quien calificó como “una bola de baba débil y mentirosa” tras reportes de medios que indicaron que el mandatario es objeto de duras críticas en unas memorias que serán publicadas la semana próxima.
“¡Fue un gran honor despedir a James Comey!”, escribió Trump en una serie de furiosos mensajes en Twitter, añadiendo que fue un terrible director del FBI.
Trump despidió a Comey en mayo de 2017 y le ha criticado públicamente desde entonces, pero no a este nivel. Su virulento ataque reflejó meses de creciente ira contra un burócrata de carrera que se ha convertido en uno de sus más duros oponentes.
Comey estuvo investigando acusaciones de que Rusia interfirió en la elección presidencial de 2016, así como una posible colusión entre Moscú y la campaña de Trump. Su salida llevó al Departamento de Justicia a nombrar al fiscal especial Robert Mueller para que se hiciera cargo de la investigación.
Trump niega las acusaciones, pero la pesquisa se ha convertido en una herida abierta en su presidencia.
“James Comey es un FILTRADOR y un MENTIROSO probado”, dijo Trump.
También acusó a Comey de mentir ante el Congreso, en aparente referencia a su testimonio de junio ante el Senado, cuando afirmó que necesitaba hacer público su recuento de las conversaciones con Trump con la esperanza de que provocara el nombramiento de un fiscal especial.
El exdirector del FBI está realizando una serie de entrevistas a los medios antes de la publicación de su libro “A higher loyalty: truth, lies and leadership” (“Una lealtad mayor: verdad, mentiras y liderazgo”), que según la prensa presenta una imagen muy poco halagadora del presidente.
En una entrevista de este viernes en “Good Morning America” de ABC, Comey describió a Trump como volátil, a la defensiva y más preocupado por su imagen que por la supuesta injerencia.
Además, aseguró que le aconsejó no ordenar una investigación sobre un lascivo dosier de inteligencia sobre un supuesto encuentro con prostitutas en Moscú en 2013.
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