Los bancos centrales mundiales deberían seguir elevando las tasas de interés a niveles previos a la crisis para que tengan espacio para recortar si se produce otra recesión, dijo el gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens.
Los formuladores de políticas deben “volver a circunstancias más normales”, dijo a Bloomberg Television en una entrevista este jueves.
De esa manera, “si tenemos una recesión en el futuro y es necesario que haya una acción de los bancos centrales, habrá suficiente espacio”.
La política monetaria sigue estancada cerca de los niveles bajos de emergencia en todo el mundo, una década después de la crisis financiera.
Pero Carstens también dijo que los funcionarios deben seguir con cuidado y no apretar demasiado rápido, poniendo en peligro la estabilidad financiera, ni mantener la política demasiado flexible y arriesgar la estabilidad de precios. Él caracterizó ese proceso como un “camino estrecho”.
“El equilibrio que se desea alcanzar es, precisamente, ¿cómo podemos obtener ambos objetivos al mismo tiempo?”, dijo.
La Reserva Federal de los Estados Unidos está a la vanguardia en el impulso para elevar las tasas, y sus acciones han aumentado la presión en los mercados emergentes, como México, que actualmente está en un ciclo de alzas.
Pero Carstens dijo que la situación a veces se ha visto agravada por el debilitamiento de la autonomía de los bancos centrales.
“A los mercados no les gusta que los bancos centrales sean subyugados a la voluntad del ministerio de Finanzas”, dijo.
Si bien las tensiones comerciales se han acalorado este año y el crecimiento global se está enfriando, los banqueros centrales tienen un “cofre de guerra” más grande para combatir una desaceleración que antes.
“No veo por qué los bancos centrales no podrían hacer lo que tienen que hacer”, dijo Carstens. “Por ejemplo, programas de compra de activos. Es muy fácil de implementar y no hay restricciones sobre cómo se puede usar en caso de que sea necesario”.
Carstens, exgobernador del Banco de México, también expresó su alivio por el hecho de que Estados Unidos pudo llegar a un acuerdo con los socios comerciales de América del Norte. Un resultado similar en las conversaciones entre Estados Unidos y China sería beneficioso.
“Esperamos que en algún momento lleguemos a tal situación en el caso de China”, dijo. “Si hay una guerra abierta en términos de comercio entre Estados Unidos y China puede ser realmente perjudicial”.
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