Un pequeño pez mexicano puede esconder la clave para cambiar la vida de miles de personas que sufren problemas del corazón, tras haber tenido un infarto.
Tetra, cuyo nombre científico es Astyanax Mexicanus, es capaz de regenerar los tejidos de su corazón sin dejar cicatrices.
La investigación, financiada por la Fundación Británica del Corazón, descubrió que tres áreas del genoma de esta especie están involucradas en su capacidad para regenerar dicho tejido.
Para este estudio, la doctora Mathilda Mommersteeg y su equipo de la Universidad de Oxford estudiaron dos tipos de tetra mexicanos: los que viven en el río y pueden auto curarse el tejido del corazón y los que habitan en cuevas que no pueden hacerlo.
Los peces de la cueva vivieron en los ríos del norte de México, pero fueron arrastrados a las cuevas por una inundación hace aproximadamente 1.5 millones de años y evolucionaron, perdiendo su vista y color debido a que vivían en la oscuridad.
Al comparar los dos tipos de tetra, los investigadores encontraron que dos genes (lrrc10 y caveolina) eran mucho más activos en los peces de río después de una lesión cardíaca.
Luego, los científicos apagaron el gen lrrc10 en una especie diferente de pez con habilidades de autocuración, el pez cebra.
Sin este gen, el pez cebra no pudo reparar completamente su corazón sin dejar cicatrices.
Ambos genes están presentes en los seres humanos, y se sabe que el lrrc10 está relacionado con una afección cardíaca llamada cardiomiopatía dilatada.
Los autores del estudio dicen que sus hallazgos sugieren que algún día será posible regenerar los corazones dañados en personas modificando artificialmente cómo funcionan estos y otros genes.
Esto podría hacerse con medicamentos o mediante técnicas de edición de genes, donde el ADN se modifica, elimina o reemplaza, utilizando herramientas como Crispr-Cas9.
“Creo que este pez puede decirnos, en algún momento, cómo podemos realmente reparar el corazón humano (…)”, dijo el doctor Mommersteeg, profesor asociado de medicina del desarrollo y regeneración.
“Es temprano para ello, pero estamos increíblemente entusiasmados con estos extraordinarios peces y el potencial para cambiar la vida de las personas con corazones dañados”, añadió.
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