El gobierno de Alemania dijo este martes que expandirá un sistema de visas de seis meses que permite a personas fuera de la Unión Europea buscar empleos en el país, como parte de una gestión para lidiar con una escasez de mano de obra calificada.
Dijo además que acordó una solución para ayudar a solicitantes de asilo rechazados, pero bien asentados en el país, un asunto que ha dividido la coalición oficial.
Las visas, actualmente disponibles para graduados universitarios, serán expandidas para inmigrantes con calificaciones profesionales, dijo el ministro del Interior Horst Seehofer tras una reunión de los líderes de la coalición.
Resaltó que Alemania, la mayor economía en Europa, no quiere una “inmigración al sistema de bienestar social”. Los solicitantes tienen que demostrar que pueden sostenerse y hablar alemán.
Al igual que muchos otros países europeos, Alemania está tratando de conseguir un equilibrio entre las necesidades de su mercado laboral, el envejecimiento de su población y las preocupaciones públicas sobre la inmigración.
El ministro del Trabajo Hubertus Heil dijo que el Gobierno había acordado además una solución “pragmática” para resolver el status de solicitantes de asilo rechazados que han encontrado trabajo en Alemania y están bien integrados.
Dijo que el gobierno busca darles “un status confiable … para no enviar a personas equivocadas de regreso a sus países y entonces tratar de reclutar a trabajadores calificados de países del tercer mundo”.
No se ofrecieron detalles del plan. El gobierno se limitó a crear “criterios claros” en la ley de residencia en los próximos meses.
La cuestión de si se debe facilitar a los solicitantes de asilo sumarse a la fuerza laboral – y con ello evitar deportación si sus solicitudes son rechazadas – ha sido un punto de disputa entre los socialdemócratas de Heil y conservadores como Seehofer en la coalición del gobierno de Angela Merkel.
“Nosotros mantenemos el principio de dejar separados los asuntos de asilo y laborales”, dijo Seehofer.
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