Ante la dependencia de México por la importación de combustible, la construcción de dos nuevas refinerías en el país “no son un tema de negocio, es por seguridad energética”, señaló el investigador y analista en hidrocarburos, Fluvio Ruiz Alarcón.
Cabe recordar que durante mayo se importaron 520 mil barriles diarios de gasolinas, lo que representó el 65 por ciento del consumo nacional durante ese mes, de acuerdo con cifras de Pemex.
Cuestionado sobre si es mejor reconfigurar los seis complejos existentes en lugar de crear nueva infraestructura, Ruiz Alarcón explicó que “una reconfiguración es básicamente hacer una refinería; basta con ver lo que tardaron los proyectos que ya se hicieron. También tomaron años”, ahondó el asesor del equipo de Andrés Manuel López Obrador.
Esta decisión, para Gonzalo Monroy, director de GMEC, resulta un tema más simbólico que técnicamente viable, además, requeriría una mayor inversión a la que AMLO y su equipo plantearon durante la campaña.
“Los presupuestos originales con los cuales sacaron estas ideas ya no están tan aterrizados ni son tan baratos como ellos pensaban (…) es más barato y viable invertir para que nuestras refinerías operen a una mejor capacidad. Si las pones a funcionar bien, esto te reduce la mitad de las importaciones y sin haber construido nada nuevo”, comentó.
López Obrador anunciaría en un mes sus planes para rehabilitar las seis refinerías actuales y las dos nuevas para procesar más petróleo crudo.
Fluvio Ruiz Alarcón ha fungido como consejero profesional independiente de Pemex y actualmente es asesor en temas energéticos del equipo del virtual presidente electo.
Revivirán refinería bicentenario
Ruiz indicó que en los primeros apartados del Proyecto de Nación del nuevo Presidente se pretende recuperar la Refinería Bicentenario, el fallido proyecto del sexenio de Felipe Calderón que habría estado ubicado en Tula, Hidalgo y calculó que el rango de construcción oscila entre 10 y 12 mil millones de dólares, pero que también depende del tipo de refinería y el tamaño.
“Es complicado tener las tres reconfiguraciones (pues las otras tres ya están en proceso de modernización) y dos refinerías nuevas al final del sexenio pero si puede haber las reconfiguraciones y al menos una de las dos refinerías; con esto estarías dando un brinco en términos de seguridad energética”, sostuvo.
Para Luis Vielma, director de la consultoría CBM, los retos del próximo gobierno serán analizar el panorama global de refinación y evaluar si la solución es incrementar el parque de refinación actual.
“La pregunta es ¿se necesita hacerlo? Existen en el mundo parques disponibles que pueden ser utilizados por México para procesar su crudo; Venezuela es un país con capacidad de refinación donde se pudiese crear una relación Pemex-PDVSA para establecer convenios de suministro y procesamiento”, indicó.
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