Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo, está tan cerca de alcanzar una mayoría constitucional en ambas cámaras del Congreso que calcular cómo llegará allí se ha convertido en un pasatiempo de los analistas.
Su coalición tendrá 307 escaños en la cámara baja y 69 en el Senado, según una proyección del recuento final. Con ello, le faltarían 27 diputados y 17 senadores para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para reformar la Constitución.
López Obrador logró una victoria aplastante en las elecciones generales de la semana pasada; no sólo ganó la Presidencia por una mayoría abrumadora y absoluta en ambas cámaras, sino que obtuvo al menos 17 legislaturas locales las cuales son necesarias para aprobar las reformas constitucionales.
AMLO ha dicho que una de sus primeras medidas será derogar una Reforma Educativa histórica que requiere someter a pruebas a los maestros y reemplazarla con medidas menos onerosas.
López Obrador podrá hacerlo fácilmente recurriendo a otros partidos de izquierda, dicen los analistas. Si quiere, incluso podría deshacer la Reforma Energética del país, que abrió la industria a la perforación privada, según expertos de Eurasia Group, con sede en Washington, y la consultora mexicana Pauta Política.
“Modificar todas las reformas estructurales está a su alcance”, indicó Óscar Mendoza, analista de Pauta Política, en referencia a las principales revisiones económicas que el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, logró durante su mandato.
La coalición liderada por el partido Morena podría recurrir al Partido de la Revolución Democrática y a Movimiento Ciudadano, y sólo le faltarían tres senadores para obtener el voto constitucional, comentó Mendoza. Lo único que necesitaría serían unos cuantos senadores ausentes para compensar el déficit. El recuento de dos tercios solo incluye a los legisladores presentes en la votación.
No obstante, tanto Mendoza como Eurasia Group dicen que no es probable que el futuro presidente vaya a deshacer por completo la reforma energética, ya que entiende que ello dañaría la confianza de los inversores.
Su futuro jefe de gabinete, Alfonso Romo, declaró a Bloomberg News la semana pasada que la reforma se mantendrá. Sin embargo, Eurasia Group ve riesgos de que intente y cambie aspectos de la reforma, como el regulador independiente, lo que haría las operaciones más vulnerables.
“No deben subestimarse los riesgos de cambios más significativos al principio de la administración de López Obrador”, afirma Eurasia Group en un comentario a los clientes.
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