Elementos de la Policía Federal que participan en el operativo ‘Escudo Titán’ presentaron denuncias penales y administrativas, e incluso quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por presuntos abusos de sus mandos.
Los policías acusan que constantemente son humillados, intimidados y amenazados mediante “operativos sorpresa” realizados fuera del protocolo institucional, pues en ellos participan civiles que nunca se identifican.
Argumentaron que, tras las denuncias y quejas presentadas, fueron amenazados por Carlos Alberto Flores, comisario de la Policía Federal.
“Me los voy a chingar por putos, esas mamadas no se hacen”, reportaron los policías.
Las denuncias y quejas son en contra el mando de la División de Inteligencia de la Policía Federal y el comisario Humberto Peralta, quienes deben comparecer para aclarar el caso.
Los denunciantes explicaron que, pese a que la primera denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) se presentó desde marzo pasado, hasta la fecha los tratos denigrantes contra el personal operativo se mantienen.
Los policías reportaron que el pasado 2 de julio, el comisario Carlos Alberto Flores llegó “de manera prepotente e intimidatoria” en compañía de sus escoltas a la coordinación de Servicios Técnicos de la División de Inteligencia de la Policía Federal.
“Incluso (el comisario) llegó de manera agresiva tomando videos de todos nosotros y de las oficinas. El trato fue humillante y grosero, nunca dijo qué buscaba, sólo nos tratan como sospechosos de algo, pero no sabemos de qué”, afirmaron los denunciantes.
Consultada sobre el tema, la Policía Federal declaró a El Financiero que la investigación realizada por las autoridades jurisdiccionales sobre este caso debe de llegar al fondo y en caso de encontrar abusos o anomalías, se aplicarían las sanciones correspondientes.
Las autoridades de la Policía Federal subrayaron que, hasta el momento, no se ha encontrado nada irregular.
Advirtieron que las denuncias presentadas están enfocadas en el rechazo de la realización de una supervisión y control interno del personal operativo de la corporación.
Por ello, la Policía Federal dejó en claro que no se detendrán este tipo de acciones internas que se realizan, bajo atribuciones marcadas por la ley, para evitar malas prácticas y la corrupción de los elementos de la institución.
“La supervisión en todos los despliegues del personal de la Policía Federal no se suspende, se mantiene firme, con apoyo de los órganos de control interno, como son asuntos internos”, insistieron las autoridades.
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