Un juez del Tribunal Supremo español abandonó este jueves sus pedidos de extradición de seis políticos separatistas catalanes acusados de rebelión, entre ellos el expresidente catalán, Carles Puigdemont.
Puigdemont huyó a Bélgica luego de un referendo por la independencia de Cataluña el 1 de octubre de 2017, para evitar el arresto y después se instaló en Alemania.
Una corte alemana sentenció recientemente que Puigdemont no puede ser extraditado por rebelión, sino solamente por malversación de fondos públicos.
La pena máxima por rebelión en España es de 30 años de cárcel, en tanto la malversación se pena con hasta 12 años.
El juez Pablo Llarena explicó en un fallo publicado este jueves que las órdenes de arresto internacionales de los seis políticos quedan revocadas, una decisión que el movimiento separatista probablemente considerará una gran victoria contra las autoridades centrales.
Los cargos derivan del referendo no autorizado que realizó el Gobierno catalán el año pasado y de la posterior declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlamento en Barcelona, controlado por los separatistas.
Una corte alemana dijo la semana pasada que permitiría la extradición de Puigdemont para ser juzgado por malversación. Pero añadió que Alemania no reconoce el cargo de rebelión, y que la ley contra la traición no se aplica porque las acciones de líder catalán “no se elevaron hasta ese nivel de violencia”.
Llarena declaró que la sentencia alemana revelaba “falta de compromiso” en la persecución de prófugos, además quiere que Puigdemont y sus aliados separatistas que huyeron del país, respondan a cargos de rebelión y sedición, además de malversación de dinero público.
Los seis deberían responder a esos cargos aunque regresen voluntariamente a España.