La propuesta de reducir los salarios al 50 por ciento en el próximo sexenio a trabajadores del gobierno federal podría tener un impacto en su capacidad de pago de los distintos créditos que tienen contratados, lo que ha levantado señales de alerta en el sector financiero.
Fuentes del sector bancario consultadas reconocieron que se “encendieron” las alarmas entre todos los que otorgan crédito, y están analizando cuántos de sus clientes del sector público podrían ser afectados. Indicaron que si bien no se vislumbra un problema sistémico, se requeriría el diseño de programas de reestructura para todos ellos, ya que no podrían pagar sus deudas.
“En efecto habrá impacto en la capacidad de pago de los pasivos personales de burócratas de confianza que acepten una reducción en su salario, o bien un nuevo contrato con menor salario, y la banca en consecuencia enfrentará una cartera vencida e incluso incobrable después de un periodo de moratoria”, dijo Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía y Finanzas en el Tecnológico de Monterrey.
En contraste, Jorge Sánchez, investigador de Fundef, descartó que los recortes de salarios afecten a la banca o a la industria financiera. Indicó que suponiendo que si los casi 35 mil burócratas a los que van a recortar su sueldo tuviesen contratado algún crédito de nómina o personal, no es mucho para los bancos, que en total tienen 2.4 millones de créditos de nómina y 7 millones de créditos personales.
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