El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el viernes que habrá un tipo de cambio único que usará como referencia la criptomoneda petro, una medida que implica una devaluación de un 96 por ciento, según la tasa oficial del dólar, y que encuentra a una población en la incertidumbre.
Maduro dijo que cada petro, que equivale a los 60 dólares que vale el barril de crudo venezolano, tendrá un valor de 3 mil 600 bolívares soberanos, o 360 millones de los actuales bolívares, lo que implica una nueva tasa de cambio de referencia muy por encima de la oficial vigente y que puede acelerar aún más la hiperinflación.
Bajo el único mecanismo de venta de divisas oficiales, el Dicom, muy pocas empresas conseguían dólares a una tasa de 248 mil 832 bolívares en las últimas semanas.
“Vamos a establecer un solo tipo de cambio fluctuando anclado al petro y fluctuará también con lo que va a ser el mecanismo económico de anclaje al petro”, dijo Maduro en cadena de radio y televisión la noche del viernes en el palacio presidencial.
El mandatario ordenó también aumentar 36 veces el salario mínimo, que de ahora en adelante usará como referencia el patrón del petro.
Cada trabajador pasará a ganar mil 800 bolívares soberanos, el equivalente de 180 millones de bolívares actuales, según Maduro. La medida será una enorme carga para las empresas, que hasta ahora usaban como referencia un salario mínimo de 5 millones de bolívares actuales.
Analistas y políticos advirtieron que las medidas anunciadas por el presidente se traducen en una megadevaluación que poco aliviará la hiperinflación que azota al país petrolero, que según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzará 1 millón por ciento este año.
“(Son los) campeones mundiales en desastre económico”, escribió en Twitter el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles. “No merece ningún venezolano vivir esta tragedia y que sigan estos incapaces destruyendo nuestra patria”, agregó.
Capriles apuntó que el nuevo precio del dólar de referencia que impuso Maduro se ubica en 6 millones de los bolívares actuales, una tasa próxima a la del mercado negro de divisas.
Si bien el presidente no mencionó que eliminará los férreos controles de precio y cambio que rigen la economía venezolana desde hace más de una década, aseguró que reducirán el gasto público y propuso detener la emisión de dinero inorgánico, que según sus críticos es la raíz de la hiperinflación.
Los anuncios se conocen a pocas horas de una reconversión monetaria que causa incertidumbre en la población, que teme más inflación con la eliminación de cinco ceros a la moneda a partir del lunes.
Maduro anunció una reforma tributaria que incluye un nuevo Impuesto al Valor Agregado (IVA) para bienes de lujo de 16 por ciento y reiteró que trabaja en un aumento de la gasolina para cobrarla al precio internacional y así detener las millonarias pérdidas que asume al vender el combustible más barato del mundo.
“Los próximos días serán de mucha confusión, tanto para los consumidores como para el sector privado. Es un escenario caótico”, dijo el economista Asdrúbal Oliveros, que asesora empresas desde la dirección de la consultora local Ecoanalítica.
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