En México, el 71.9 por ciento de la población indígena, que incluye a 8.3 millones de personas, está en situación de pobreza y presenta grandes rezagos sociales, según los últimos datos disponibles del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Del total de la población indígena, existen 3.2 millones de indígenas con tres o más carencias sociales y sin la capacidad económica para adquirir la canasta básica (en pobreza extrema), lo que refleja las desventajas que enfrentan los indígenas del país.
En 2016, 20.1 por ciento de la población total en México reportó inseguridad alimentaria (24.6 millones de personas). No obstante, los más afectados fueron los indígenas y los hablantes de lengua indígena (HLI) con 30.5 y 31. 5 por ciento, respectivamente.
“La población indígena es el grupo más afectado en términos de prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o severa, situación asociada a las condiciones de exclusión social, política y económica en la que se han encontrado inmersos históricamente”, destacó el Coneval en su Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018.
Con motivo del Día internacional de los Pueblos Indígenas, el Coneval indicó que seis estados del país concentran 64.8 por ciento de la población indígena: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Estado de México, Puebla y Yucatán.
Cinco de esas entidades tienen niveles de pobreza superiores al porcentaje nacional, que de 43.6, entre las que destacan Oaxaca y Chiapas con 70.4 y 77.1 por ciento, respectivamente.
Según el reporte, del total de viviendas no indígenas sólo 7.6 por ciento cocinaba con leña o carbón y no tenía chimenea.
En tanto, del total de viviendas indígenas 42.5 por ciento usaron leña o carbón para cocinar y no contaban con chimenea, por lo que esta situación muestra que en términos porcentuales la población indígena está más expuesta al monóxido de carbono y a las partículas en suspensión PM10 y PM2.5
“La población indígena, sin importar la variable que se elija, registra rezagos importantes respecto al resto de la población. La marginación y precariedad se agravan cuando, además de indígena, es mujer o es adulto mayor“, indicó el Coneval.
En cuanto a la educación, durante 2016 el 19.8 por ciento de la población indígena entre los 30 y 64 años no sabía leer ni escribir, mientras que sólo 4.3 por ciento de la no indígena se encontraba en la misma situación.
Más de 50.3 por ciento de la población indígena tiene la primaria terminada como máximo nivel de estudios.
Teniendo en cuenta la realidad en que viven los indígenas, el Coneval sugiere transitar a un enfoque de inclusión plena, en el que, cualquier persona del país tenga las mismas oportunidades de desarrollo.
Para ello, explicó que es necesario implementar políticas públicas dirigidas a los pueblos indígenas que contribuyan a mejorar sus capacidades para que compitan en el mercado laboral y así, además de impulsar el empleo de calidad, puedan acceder a la seguridad social.
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