La china HNA informó que fue interrogada por un panel del Gobierno estadounidense por el edificio que posee en Manhattan cerca de la Torre Trump.
El examen del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), que evalúa las transacciones que puedan plantear riesgos a la seguridad nacional, mostró inquietud por ciertos “hechos y circunstancias únicos” sobre la ubicación del edificio, informó este jueves en un comunicado un representante del conglomerado chino.
HNA no tuvo esos problemas cuando compró la propiedad en el número 850 de la Tercera Avenida en Nueva York, según la empresa.
El edificio de 21 pisos alberga una de las dos únicas comisarías que quedan a menos de 2 kilómetros de la Torre Trump, la base del presidente cuando está en Nueva York. HNA afirmó que tomará medidas para responder a las inquietudes manifestadas por el comité, sin dar más detalles.
HNA también desmintió una nota del New York Post que decía que el Gobierno del presidente estadounidense se prepara para quedarse con una participación mayoritaria en el edificio, que la endeudada empresa busca vender.
En respuesta a la nota, HNA afirmó que “no hay ninguna confiscación o venta forzada del edificio en el número 850 de la Tercera Avenida en Nueva York, en curso o pendiente, y es burdamente impreciso y engañoso sugerir otra cosa”.
Deudas
Este examen se da en medio de un crecimiento de las tensiones entre EU y China, que habría decidido ayudar a HNA a superar problemas recientes con la liquidez.
El conglomerado chino, que vendió más de 17 mil millones de dólares en activos para disminuir sus gigantescas deudas, ofreció el edificio en Manhattan como una de varias propiedades que evalúa vender.
Trump está concentrándose en las inversiones chinas en Estados Unidos en plena guerra comercial cada vez más intensa con la segunda economía más grande del mundo.
La mayor atención echó por tierra algunas transacciones de alto perfil, como el intento del multimillonario Jack Ma de comprar MoneyGram International, el proveedor de pagos con sede en Dallas.
El intento de Broadcom de adquirir la californiana Qualcomm por 117 mil millones de dólares—que habría sido la transacción más grande de la historia en el sector de tecnología— quedó frustrado por la inquietud con que la fusión beneficiase a Huawei, el gigante emergente de las telecomunicaciones de China.
No es la primera vez que HNA salta en el radar del CFIUS. A fines de abril, la empresa abandonó sus planes de comprarle SkyBridge Capital al exdirector de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, tras esperar durante meses que el organismo se lo aprobase.
El grupo también debe lidiar con la mayor atención que llaman sus posesiones en todo el mundo, en parte por las dudas sobre su propiedad.
HNA acordó comprar el edificio en el número 850 de la Tercera Avenida en Nueva York antes que Trump fuera electo.
La empresa se transformó en el ejemplo paradigmático de una serie de compradores chinos que buscaban cerrar acuerdos de alto perfil en todo el mundo hasta que el Gobierno comenzó a contenerlos el año pasado ante la preocupación por los niveles insostenibles de deuda corporativa.
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